Desde hace unos meses os estamos hablando a través de los medios de comunicación de un proyecto que hemos puesto en marcha en la región de Águilas (Murcia). Se trata de un estudio llevado a cabo por nuestro departamento técnico para potenciar los beneficios del Sistema Mejorante de Suelos mediante la mejora de las estrategias de riego aplicadas al cultivo.
Durante los últimos años, hemos observado que la estrategia de riego que se aplica cuando se incorporan placas de fibra de coco al suelo agrícola es inadecuada. Normalmente, se realizan riegos con altas dotaciones volumétricas y de baja frecuencia, lo que provoca que un alto porcentaje del sistema radicular de la planta se desarrolle fuera del volumen de sustrato de la fibra de coco. Esto significa que hay una alta presencia de raíces en el suelo y un desaprovechamiento de las ventajas de este sistema.
Nuestro objetivo, por tanto, es demostrar que mediante riegos de multi-frecuencia y dotaciones volumétricas constantes se puede potenciar el desarrollo radicular en el volumen de fibra de coco y, por tanto, incrementar la productividad del cultivo.
Tecnología punta al servicio de la agricultura
Para determinar cuál es la estrategia de riego adecuada a cada fase del cultivo, es necesario tener en cuenta los parámetros ambientales en el interior del invernadero y las características tanto del suelo como del sustrato. El método de riego deberá estar calculado en base al nivel de transpiración del cultivo, el nivel de radiación incidente y el déficit de presión de vapor (conocido a partir de la humedad relativa y la temperatura en el invernadero). Además, se tendrán en cuenta las características propias del cultivo y las propiedades físicas del sustrato.
Por ello, el pasado mes de julio instalamos una estación climática en el invernadero y sensores de medición tanto en el suelo como en el sustrato para ajustar el riego a las necesidades hídricas del cultivo en cada momento.
El empleo de esta tecnología, nos ha permitido durante estos meses mantener homogéneas las condiciones de humedad y conductividad en todo el volumen físico del sustrato. De este modo, se pretende lograr que el sistema radicular alcance su máximo desarrollo en la fibra de coco, además de optimizar y hacer más eficiente el uso de agua y nutrientes.
A finales de septiembre, se estima que podremos comprobar los resultados y avanzar las primeras conclusiones de este estudio.